Entrada 3: Propuesta de Mejora en la Educación: ¿Es la Salud Mental algo importante en la Docencia?

 

¡Buenos días Torvistenios!, espero que vaya todo bien por allí.

 

Hoy os traigo una entrada muy especial para mí, muy personal, más incluso que aquella que abría este Blog sobre las historias de los Torvistenios, y más en concreto mi propia historia.

En esta entrada, me gustaría hablar sobre un tema, complejo, difícil y del cual apenas se hablaba, hasta hace bien poco en todos los medios de comunicación, siendo aquellas personas que lo padecían repudiadas e incluso estigmatizadas.

Me refiero a la Salud Mental, una parte extremadamente importante de nosotros mismos, que tendemos a descuidar y postponer en muchos casos por las obligaciones laborales, personales o incluso priorizando la Salud “Externa, Estética o Corporal”.

A medida que hemos ido avanzando en el curso, hemos podido hablar de distintas formas de rechazo a los alumnos y como existe una clara relación en como serán nuestros alumnos de adultos, en función de sus experiencias en estas edades, pues es durante esta fase de preadolescencia y adolescencia donde se desarrollaran muchas de sus habilidades sociales, muchas de sus habilidades en grupo, y en definitiva como seres humanos.

En línea con esto, creo que todos los participantes de este Master deberíamos reflexionar sobre nuestra propia salud mental, sobre nuestras propias fortalezas y debilidades, y sobre lo importante que resultará ser un ejemplo en el cual nuestros alumnos puedan basarse y apoyarse, porque los ídolos son efímeros, pero aquellas personas a las que respetas y con las que forjas tu personalidad, principios y valores, perdurarán siempre.

En mi experiencia varios profesores fueron parte de ello, el ya mencionado Profesor de Física, pero también otros, especialmente nuestra profesora de Matemáticas Yolanda, o Javier Profesor de Tecnología y Electrotécnica fueron otros que me ayudaron mucho en esos años complicados. No así, nuestra profesora de Inglés, la cual no dudaba en llorar o dejar la clase en el primer momento que nos alboratabamos algo más de la cuenta.

No obstante, llego Marzo de 2020, y a todos nos dio la vida un giro de 180ºC en cuestión de pocos días, nuestras libertades se vieron reducidas, y existía un miedo a lo desconocido, a lo invisible. Nos vimos encerrados durante días en casa, con a veces demasiado tiempo para pensar, y ahí apareció, esa vocecita que a veces te hablaba pero pocas veces te parabas a escuchar, esa que te decía que algo no iba bien del todo, y que tu sabías, pero no querías afrontar, o procurabas de postponer por temor a lo que se podría encontrar si seguías dicho camino.

Con ello aparecieron muchos problemas, miedos, temores, preguntas sin respuesta, y muchos caímos en una vorágine de pensamientos que hizo tambalear todos nuestros cimientos. No soy una excepción, yo me ví atrapado por el temor, por el futuro, porque pasaría ahora.

En mi caso concreto, viví el COVID-SARS-19 muy de cerca, mi mujer es enfermera, y estuvo en primera línea en todas aquellas olas. Recuerdo tristemente la primera, donde ella me decía que algunos no saldrían, y otros parecía que sí, pero de repente volvían a empeorar y en poco tiempo fallecían. Era muy triste escuchar sus relatos de personas, de buenas personas, que se marcharon solos, sin poder hablar o despedirse, de aquellos a los que siempre ha querido y respetado.

Eso hizo mella, eso causó un punto de inflexión en mí, y me hizo entrar en una espiral de pensamientos en los cuales me plantee todo, incluso mi propia profesión, incluso a donde quería dirigir mi futuro personal y profesional.

Cuando más difícil parecía ser todo, aparecieron estos 2 monstruitos, se llaman Koko Blue y Lis-TxacoLis ( sisi como el vino Vasco....) y todo volvió a girar otra vez, al principio solo 90º, pero ya estábamos buscando la dirección correcta para volver a salir y volver a luchar por aquello que queríamos ser, y sobretodo recordarme quién soy.

 

Otros factores ayudaron, el viaje a África, y poder dar clase allí a una tribu llamada Iraqw, una tribu apenas expuesta a los turistas, fue toda una experiencia, aún recuerdo contándoles los 5 grandes o “Big five”, o tener que explicarles como se hacía una raíz cuadrada jeje, fue toda una experiencia. Tengo una mujer maravillosa a la que quiero con locura, y con la que tuve una boda preciosa, original y que nunca olvidaré.

 

Yo he encontrado mi camino, y confío más que nunca en mis capacidades, en que podré hacerlo bien, y aportar asertividad, confianza, disciplina, constancia pero principalmente valores a los chicos a los que tenga la oportunidad de guiar en este camino en que este 2023, nos embarcado.

 

Ellos crecen, yo crezco con ellos, los cuatro somos un equipo, nuestro equipo “Guadarrama” que crece y junto se hace más fuerte, más vital, más familia.

 

 

 

Y ahora os pregunto yo, ¿estaís preparados  para este viaje?

Os leeo en los comentarios.

 

Feliz semana Torvistenios! :-)