Buenos días Torvistenios!
El tema de la educación siempre ha sido un tema
controvertido, complejo y fuente de múltiples y continuas disputas entre los
distintos partidos políticos gobernantes.
Como hemos visto en el Master, hemos tenido un total de 8
reformas educativas en España desde el inicio de la Democracia, esto supone el
doble que el resto de los países europeos en el mismo marco temporal.
Fuente: Reformas Educativas España vs Resto del
Mundo
Si analizamos nuestra historia en detalle, podríamos
llegar a entender muchas de las complejidades o particularidades que presenta
nuestro territorio para elaborar una ley educativa. En relación con la
extensión del territorio, tenemos una de las mayores cantidades de distinciones
dialécticas de Europa. También, la inmigración sostenida, presenta una
heterogeneidad mayor a la otros países europeos, pero alineada con aquellos que
circundan con el Mediterráneo. Estos hechos hacen, que ya de partida, el
elaborar un texto que permita satisfacer a semejante cantidad de personas
interesadas, resulte muy complejo.
Sin embargo, algo que he aprendido trabajando especialmente
en filiales de empresas de otros países, es que se puede definir un
procedimiento común a todo el grupo, pero siempre dejando cierto grado de
definición a cada país o territorio. Actuando de esta manera, no solo se cumple
con el marco regulatorio de dicho país, sino que permites que cada entidad
mantenga cierta libertad a poder adaptar sus procedimientos a su idiosincrasia
propia.
Semejante aproximación se debería de tomar en la elaboración
de un texto educativo, pues es algo muy serio y que va a afectar directamente al
futuro de la nación y a su propio devenir.
Bajo mi propio prisma, considero que el problema actual
de la educación es principalmente un problema político en un 60%. A pesar de las
diferencias en los territorios, en los medios, y en los propios alumnos, estoy convencido
de que podría vertebrar una ley educativa sólida que pudiera establecer unas
bases aptas para todos ellos. De hecho, considero que el primer gran error es
fragmentar la educación y delegar su gestión a las comunidades autónomas. De
esta forma, cada responsable de turno va a querer destacar y hacer cambios solo
para justificar su silla. Esto genera disparidad, demasiada, y hace que buscar
un consenso sea tan complicado como exponenciar la ecuación 17 veces, es decir
tanto como comunidades presenta nuestro territorio.
La estructura central de la educación, como la sanitaria,
a mi entender, debería ser gobernada por el gobierno central, y estructurada
bajo una serie de principios acordados entre todos los partidos políticos del
congreso. No objeto que puedan existir pequeños equipos en cada comunidad para
atender esas particularidades propias de cada territorio, pero su capacidad de mando
es para mejorar aquello que las hace distintas al resto, no para desmenuzar lo construido.
Y es que haciendo un pequeño paréntesis en el tema de
educación, y analizando en perspectiva los problemas principales de nuestro
país, en cuanto a deuda pública, inversiones faraónicas, falta de competitividad,
carencia de emprendimiento, burbuja inmobiliaria, plan energético, todos sin excepción,
son motivados en semejante o mayor porcentaje por nuestros queridos políticos,
lo que me hace en muchas ocasiones plantearme si realmente no han sido el cáncer
de este país y la fuente principal de sus problemas, cuando en cambio, deberían
ser parte de su solución.
Nosotros, los ciudadanos de este maravillo país, tampoco
estamos exentos de culpa, pues de ese 60% citado, tenemos gran parte de
responsabilidad, por no exigir unos pilares sólidos en una de las necesidades
más importantes de cualquier sociedad, sino permitir esta proliferación de políticos,
comunidades, asesores y un largo etcétera que lejos de aportar o mejorar
nuestra representación, rompe y fragmenta algo que debería ser un pacto y
apuesta común de todos los españoles.
Hasta el 100% total, resta un notable 40%. El cual, considero
que podría dividirse en otras dos áreas importantes. Una es el profesorado, y
otra es el alumnado, o más bien las familias.
Como dividirlo, se les podría dar un 20% a cada uno, pero
indistintamente del resultado o la valoración, ambas partes son igualmente
responsables.
Por un lado, el profesorado, si bien ha sido una de las
profesiones que más reputación y respeto a perdido (vuelvo a los mismos
responsables de ese 60% que lo han facilitado), yo mismo he sufrido en mis
carnes, profesores con un interés mínimo por su labor, y completamente
despreocupados de sus alumnos, pero con una tranquilidad total en ello pues su
posición no corría ningún peligro. Y es que el ser humano da su mejor potencial
cuando se encuentra en una posición incómoda, cuando tiene que esforzarse para bien
salir de su zona de confort, o más aún, cuando tiene que dar lo mejor de sí
para garantizar su propia subsistencia. Y es que garantizar de por vida a una
persona su puesto de trabajo facilita estos comportamientos. Cierto es también,
que lo que muchos profesionales han vivido en esta profesión durante años para
llegar a tener cierta estabilidad, agota al mejor preparado.
Por tanto, ¿Cuál es la solución para mantener a un
profesorado motivado?, la respuesta es difícil y extensa, pero en pocas líneas,
me encomendaría a anunciar que un salario digno sería la primera (pero no lo es
todo ni mucho menos), un sistema de valoración por objetivos (¿pero quién
mide esto nos podríamos preguntar?), un sistema de formación no impuesto
sino adaptado y construido en base a recopilar las necesidades de cada centro y
su profesorado, pero sobretodo recalcando en todos los estamentos de la sociedad
y recuperando (pues esto no es algo que no haya existido en nuestro país
ya..) el RESPETO a nuestros profesores.
Destaco el respeto como valor más importante, porque si
hay respeto, hay disciplina, si hay disciplina hay involucración, si hay
involucración hay motivación, si hay motivación hay éxito. No es algo que diga
yo, es simplemente palabras del ahora en auge “Estoicismo”.
A lo dicho, solo me restaría añadir también un componente
de Flexibilidad y Aprendizaje Continuo. Nos animaban el otro día en la asignatura
hermana de esta, a realizar “Proyectos” con los chavales, a
utilizar otros métodos de enseñanza de los que el propio libro o estándar define,
a salir más a “Aprender a Aprender”, a relacionar conceptos, a desarrollar un
pensamiento crítico, a desarrollar una propia consciencia en base a la
experimentación, y no la memorización. Ayer, trabajando con dos compañeras, en
esta asignatura, en una actividad sobre el “Libro Blanco de la Educación”,
observábamos eso, si queremos profesores con buen nivel de inglés, pero
queremos respetar que tengan un vida en familia, ¿por qué no animarles a una experiencia
breve de intercambio en un país como Finlandia, Shangai o Japón, y premiarle de
forma pública por ello, y más aún si lo pone en marcha con éxito a su regreso?.
Se pueden hacer cosas, sí, muchas, y si hay Respeto por ese esfuerzo, habrá
grandes recompensas.
No me olvido de los alumnos, y sus familias. Ese
porcentaje restante que nos falta para llegar a analizar lo que ocurre en su
totalidad. Con lo siguiente no voy a restarles responsabilidad, pero bajo mi
perspectiva si veo que nuestra sociedad se ha tenido que desarrollar más rápido
que otras pues arrastramos en muchos aspectos 40 años de retraso respecto a
otros países. La incorporación de la mujer al trabajo, se ha hecho de forma
abrupta en este país, y no como un proceso natural, sino en muchos casos como
un proceso de necesidad para garantizar una subsistencia. El aumento de
libertades y democratización ha ocurrido de forma similar, y ahora parece que
tenemos “derecho a todo” pero sin realmente haber hecho un esfuerzo titánico
para poder merecerlo. Es un coctel difícil de explicar en pocas líneas, pero si
sumamos a esto jornadas extensas en las oficinas, una total falta de política
de conciliación familiar, y un mayor uso de las redes “antisociales” como las
llamo yo (pues han ocasionado precisamente lo contrario de lo que abanderan),
hacen que nos hayamos hecho muy condescendientes a nuestros miembros de manada.
También, un aumento del individualismo en decremento del pensamiento de grupo,
obtenido por los poderes facticos hacen que seamos mucho más débiles y manipulables,
y potencie una mayor brecha en la sociedad, haciendo tambalear la propia
existencia de una clase media que equilibre la balanza y generando mucha más
gente pobre enre una muy pequeña parte muy rica.
Con semejante mezcla de hechos y problemas sociales, económicos
y geopolíticos, sin olvidar las consecuencias de una pandemia y sus repercusiones
en el afloramiento de desequilibrios en la salud mental, resulta complejo poder
dedicar a nuestros retoños el tiempo que necesitan para impulsar unos valores
fuertes, entre otros el mencionado “Respeto” que tan importante resulta para
que todo nuestro sistema tenga un mínimo equilibrio.
¿Soluciones?, no son fáciles ni cómodas, pero no hace pocas
semanas comentaba con un reciente padre de familia en mi trabajo, que quizá se
tendría que potenciar o facilitar a aquellos que son padres una mayor conciliación
laboral. Bromeamos, pero argumentamos que quizá, con un primer niño, la jornada
tendría que pasar de 40 horas semanales a 37,5 o 35, y así hasta llegar a 30
horas en función de número de integrantes de su prole. ¿Absurdo o generaría
problemas de contratación/despido a esas personas?, quizá, pero si a las
empresas se las reduce de pagar el 20.5%-30.8% a mayores del salario que abonan
sobre tu salario bruto anual en concepto de aportaciones a la seguridad social,
quizá la cuanta no les salga tan mal….
Muchas reflexiones Torvistenios, mucho debate hay aquí, y
pocas soluciones exentas de riesgo o critica, pero peor que no intentarlo es no
hacer nada, así que espero que esta entrada al menos os ayude a seguir planteando
soluciones y puntos de vista, yo estaré encantado de participar en tales
debates.
Feliz semana a todos y nos vemos por Clase :-) ¡!!
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